lunes, 21 de febrero de 2011

Lo que me dices sin palabras. Primera parte.

Cuando me quedaba poquito para que naciera Javier, contraté a una chica para que me ayudara con los niños. Se llamaba Juana. En principio todo parecía normal. Era una persona muy recomendada. Al nacer Javier, Adrián se desbarató. Su padre estaba en un punto muy complicado del trabajo y tampoco podía encargarse de él. El niño no entendía porqué lo duchaba Juana en vez de su papá, o porqué el bebé era ahora el centro de atención. La verdad es que estaba muy susceptible y no se llevaba nada bien con ella. Un día, estaban discutiendo sobre una camiseta y de pronto el niño se puso a llorar mientras le gritaba que no le hiciera más daño y que dejara de reirse de él. Bajó la escaleras llorando desesperado, diciendo que Juana le había pegado. La chica insistía en que era mentira. ¿A quién creer? En principio a mi hijo, si no confío yo en él, quién lo hará?pero claro, es una adulta la que me asegura que es mentira lo que dice Adrián. En pocos minutos tuve que tomar una decisión. Me centro. A ver, un niño de 4 años no puede inventarse un diálogo como el que yo oí. Llegué a la conclusión de que trató de ponerle la camiseta a la fuerza haciéndole daño y que primero le pegó con ella en la espalda, al ver al niño llorar Juana se rió, lo que puso a mi hijo mas furioso todavía. Esa misma tarde la echamos. Casi 5 meses después, estaba jugando Adrián con una amiga y se enfadó, la niña se rió de él y mi hijo le dijo llorando: No te rías de mí como hizo Juana!
Eso confirmó que el niño dijo ese día la verdad y que no me equivoqué al creerle a él.
Yo no sabía nada de comunicación no verbal, expresiones corporales, microexpresiones ni nada parecido. Me dejé llevar por mi instinto y acerté, pero podía haberme equivocado. Me puse a estudiar sobre las mentiras y el comportamiento humano y son mis conclusiones las que comparto hoy aquí en mi blog.

Hay un proverbio árabe que dice que quien no comprende una mirada tampoco entenderá una larga explicación.

Para saber la verdad, hay que valorar las palabras, el tono de voz, los gestos y los movimientos corporales. ¿Qué me quiere decir mi hijo con lo que me dice? ¿Como saber si me están mintiendo?

Dividiría la comunicación en 3 apartados:
1.- Las palabras: supondrían un 10% de lo que se quiere decir
2.- El tono de la voz: podría llegar a un 20%
3.- El lenguaje corporal: hasta un 70%

Todo en sintonía supone una comunicación sincera. En caso de duda, el lenguaje corporal dice más que las propias palabras.

1.- Las palabras:

Lo que decimos, muchas veces, no se corresponde con lo que realmente pensamos. A través de las palabras expresamos lo que "queremos" decir, que no necesariamente se corresponde con lo que "sabemos" que es.

Aquí entra en juego la definición de mentira: "Expresión contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa" (fuente word reference) (fuente rae)







Me remito como ejemplo a la historia que he contado al principio. Los dos me están diciendo algo. Uno miente. Tuve que tomar una decisión basándome únicamente en las palabras del uno y de la otra. No me fijé en nada más. Ahora con lo que sé habría sido mucho mas fácil.

EDITO: Añado a continuación:

Que significa cuando le preguntamos a nuestro hijo que hizo anoche y nos responde: Cuando? Anoche? Quién? Yo?...
Para el cerebro que dice la verdad, es absolutamente innecesario repetir la pregunta que nos han hecho cuando de manera obvia se ha escuchado claramente, esto es un signo de nerviosismo y de que la persona está dándose un tiempo para pensar la respuesta. Posiblemente esté dándose tiempo para crear una mentira.

2.- El tono de voz:

Los asiduos a blogs, foros y redes sociales, sabemos lo importante que es usar un "tono de voz" adecuado al "escribir". Es tanto lo que escribimos como lo que queremos transmitir al escribirlo. Acompañar las letras de emoticonos o signos ayudarán al grupo a interpretar nuestras palabras. Las mayúsculas gritar, ;) complicidad, :) sonreír, :( pena, xd sacar la lengua a un amiguete, etc.
Cuando la comunicación es en persona, es mas difícil ocultar un tono de voz a la hora de transmitir algo. Omito los obvios y me centro en lo relacionado con la mentira.
Cuando alguien quiere ocultar algo al hablar, el tono de voz cambia, es algo inconsciente. El cerebro, en su intento por ayudar a camuflar la mentira, nos hace decir aquello que queremos ocultar en un tono mas bajo y más rápido que el resto de la historia, como queriendo "no decirlo" o decirlo rápido para que pase desapercibido.
Si le pregunto a mi hijo pequeño que ha comido en el cole, y me dice que ha comido patatas y carne, diciendo la palabra carne en un tono mas bajo, pensaré que igual se la ha dejado o que no se la ha comido entera.
Si le pregunto a mi hijo adolescente donde va a pasar la noche y me dice que con unos amigos en la biblioteca, no hace falta decir a que palabra prestaré mas atención :)
No es tanto lo que se dice sino cómo se dice.

3.- El lenguaje corporal:

Como he dicho al principio, para saber si alguien nos está diciendo la verdad hay que valorar muchas cosas. Una palabra o un tono de voz pueden significar algo distinto a lo que veríamos si los valoramos junto a su correspondiente lenguaje corporal. Aquí quiero hablar de gestos, microexpresiones, miradas y movimientos del cuerpo y de las manos. Es el apartado más interesante y al merecer que se le dedique una sola entrada es lo que voy a hacer.

Continuará.



Por Arain

6 comentarios:

  1. Super interesante, niña, me ha encantado!!!

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  2. ¡Qué interesante Arain! Me has dejado con la miel en los labios... Espero impaciente tu siguiente entrada.

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  3. interesante tema..... estaré esperando como sigue. bsts.Pña

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  4. Vaya, muchas gracias! Las tres me habeis puesto que os parece interesante sin haberos leido previamente ;) Será porque es verdad! Jejejeej ;)

    Espero que la segunda parte os guste incluso mas ;)

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  5. A partir de ahora procuraré ser mas cauta con lo que te digo, eres muy intuitiva y no se te escapa una. Pero eso te ha pasado siempre.
    Un gran beso
    Y la verdad es muy interesante lo que dices.

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