viernes, 19 de noviembre de 2010

A mi lado

Cuando Adrián era bebé me imaginaba como sería verle gatear, cuando empezó a gatear ya tenía ganas de verle andar y cuando arrancó a andar me dí cuenta de que unos meses más de gateo no me habrían importado. Su cabecita ha sido un imán de esquinas peligrosas. Riesgo ha sido su nombre y Peligro su apellido. Le han puesto puntos en cabeza, frente, boca y ojo. Hemos ido tantas veces a urgencias que nos hemos hecho amigos del vigilante de seguridad.

Cuando empezó a controlar y a parecer un auténtico bípedo, descubrió lo emocionante de ir suelto por la vida, a la vez que yo descubría lo que era vivir al borde del infarto. Por ahi no! Ven aquí! No te alejes tanto! Dame la mano para cruzar! Mira si vienen coches! Dios que tensión..

El tema es que por mucho que te esfuerces, cuando ya no te necesitan para andar, hay veces que en un segundo de descuido, te encuentras ante verdaderas situaciones de peligro. Una mañana se fué Adrián al parque con el papi y en un parpadeo el nano arrancó a correr hacia la calle a la vez que pasaba un camión. El padre salió corriendo detrás de él y lo pilló por la camiseta en el último momento. Creo que todavía le tiemblan las piernas cuando se acuerda. Un dia en la playa la hija pequeña de otra amiga se fue con una amiguita y su abuelo a dar un paseo y no cayeron en el "detalle" de avisar a la madre. Dice que fueron los 30 minutos mas horribles de toda su vida.

Quiero darle las gracias a Eva por dejarme publicar en mi blog lo que le pasó hace un par de días, con la esperanza de que sirva para recordarnos que un pequeño despiste puede salir MUY caro.

"Hola Arantxa, ayer por la tarde en la puerta de un supermercado del puerto un coche atropelló a Alexia......... Fue un momento tonto, yo pensé que estaba con su padre, él que venía detrás de mi y ella me perdió de vista y fue directa hacia la calle. El momento más terrible de mi vida, el frenazo, los gritos de la gente y de repente fui consciente de que era ella........eché a correr muerta de miedo y me la encontré en la acera rodeada de gente y llamando a su mamá. Me acerqué, la miré de arriba a abajo y nos fuimos a urgencias del hospital, después de 3 horas no tenía nada, nada, nada. Yo no soy creyente pero ésto es de lo más milagroso que he visto, podría haber pasado todo y ha quedado en un susto y en una correa que creo que le voy a comprar....... Hoy hemos estado de "reposo relativo" en casa, por precaución y creo que lo he pasado peor que ayer, cada vez que la miraba se me cerraba el estómago, cada vez que me llamaba para lo que fuera se me hacía un nudo en la garganta........Pero lo importante es que está bien, que está con nosotros y tan feliz como siempre. No se si algún día dejará de dolerme ese momento pero ahora ya no importa."

Impresionante. Por mucho que lo lea no deja de emocionarme.

Cuando tienes un hijo empiezas a sentir cosas que no tenías ni idea de que se pudieran llegar a sentir. Incluso puedes llegar a sentir el dolor de otra madre cuando le pasa algo a su hijo. Recuerdo lo mucho que me afectó el caso de Madeleine Mc Cann o la desaparición de Yereremi Vargas.

Secuestros, atropellos, accidentes varios. En un segundo te cambia la vida para siempre. No les puedes perder de vista. Que no es plan de vivir agobiada, pero es que tampoco te puedes confiar.

Hasta que nació Javier, yo tenía las dos piernas y las dos manos para Adrián. Ahora con los dos, me resulta complicado. Si yo voy con el carro del bebé y Adrián sale corriendo, me toca dejar al bebé para ir a por él o hacer lo contrario. Si a Javier le gustase ir en mochila portabebes como le gustaba a Adrián, pues aún tienes las manos libres. Pero es que le agobia muchísimo. No es una opción.

La pulsera de vigilancia de Rimax que os comentaba el otro día la usamos cuando vamos a sitios con mucha gente. Pero y para diario? No para evitar que se pierda sino para que se mantenga a mi lado?

Busqué y busqué y esto es lo que encontré.

La mochila pasea-niños. Un poco gilipollez, pero en EEUU se usa muchísimo. Las imágenes hablan por sí solas.














A partir de ésta, a mi se me ocurrió inventar la cadena pasea-carritos. El sistema es al revés. Consiste en hacer partícipe al niño de ayudarte a "pasear" el carrito, atándole una cuerda al chásis y llevandola él. Vale cualquier cuerda de pasear perros. Si la eligen ellos en la tienda mejor. Las hay muy divertidas y super económicas. Y oye, es una chorrada pero funciona para los niños que no quieren darte la mano o cuando no te queda una mano libre para darles a ellos. Le dices, vale cariño, ayúdame un momento a pasear el carrito para cruzar la calle y no sueltes la cuerda, vale? y el peque tan feliz cogido de la cuerda. En un momento dado te la puedes enganchar tu misma en el pantalón y te deja una mano libre para otra cosa. Y el niño ahí, a mi lado y tan contento.









Que esto no es el invento del siglo? Lo sé, pero todo lo que sea ganar unos minutos de tranquilidad con nuestros niños a nuestro lado, son bien recibidos, o no?

Y cuando el niño sea mas mayor y quiera ir solo con sus amigos al cole? Jejeje, lo tengo todo pensado. No iré yo escondida detrás de él para comprobar que llega bien. O si?
Os presento un prototipo de mochila escolar con gps escondido dentro! Desde el ordenador puedes controlar la ruta del peque y tiene hasta cámara de fotos!





Espero que de aquí a entonces hayamos avanzado mucho más en este campo. Que la seguridad de nuestros niños lo vale.



Por Arain

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